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Si recientemente has querido comprar o alquilar tu casa, o bien has echado un ojo a los anuncios de viviendas que hay por tu zona, seguro que has puesto tus ojos sobre una frase concreta: «certificado de eficiencia energética en trámite». De repente, este certificado se ha puesto ‘de moda’. Pero es algo mucho más que eso: se trata de una normativa que debemos cumplir si queremos vender o alquiler un inmueble. Y puede costarte una multa no tenerlo en regla.
La norma asociada a este certificado existe desde 2007 para los edificios nuevos (es decir, ya no nos debería pillar de sorpresa su nombre), mientras que es obligatorio contar con él desde junio de 2013 en el caso de las ventas y/o alquileres a nuevos inquilinos/propietarios. Tal y como recuerda el Gobierno de Aragón, «es un documento que describe lo eficiente que es dicho edificio en cuanto al consumo de energía primaria y a las emisiones de CO2 asociadas». Una vez que un técnico lo emite, tiene una validez de 10 años.
Si has visto alguno de estos certificados, te habrás dado cuenta de que las letras son las que mandan. Y es que hay varias calificaciones: de la A a la G. Si una casa está certificada como A significa que consume mucha menos energía que las clases que están por debajo. Lo mismo ocurre con las emisiones de CO2.
Puede parecer un simple papel más. Una forma de tenernos entretenidos entre la burocracia, pero lo cierto es que sí, tiene más utilidad de la que aparenta. El objetivo es, evidentemente, fomentar la demanda de las casas más eficientes por dos motivos: porque el planeta lo necesita, y porque tú como comprador o inquilino consigues una fotografía bastante concreta de cuánto te va a costar calentar o enfriar tu nueva casa.
No. De hecho, casi seguro que si eres propietario ya te habrán llegado ofertas para gestionarlo. El proceso es relativamente sencillo, y consta de dos pasos: localizar un técnico autorizado para recopilar toda la información de la casa y emitir un certificado que luego tienes que registrar en el organismo correspondiente de la comunidad autonóma en la que vives.
Sí que puede. De hecho está demostrado que lo hace: algunas empresas aseguran que invertir en soluciones de eficiencia energética puede llegar a incrementar el valor de una casa hasta un 25%. Incluso el propio Gobierno de España ha llegado a conceder ayudas para realizar obras destinadas a mejorar la eficiencia del parque de viviendas.
Hay muchos frentes en los que se puede actuar para aumentar los parámetros eficientes de una casa. Solo tienes que valorar aquellos en los que más te conviene actuar:
Si para aumentar la eficiencia de tu casa estás pensando en cambiar tu ventanas, ¡podemos ayudarte! No solo tenemos decenas de opciones para que puedas elegir las que mejor se ajustan a tu casa, sino que somos fieles a nuestro compromiso y haremos el cambio en un solo día y sin obra. ¡Puedes consultarnos cualquier duda sin compromiso!