Cuando llegan los primeros días fríos, todos pensamos lo mismo: ¿está mi casa realmente preparada para el invierno?
Con pequeños gestos puedes mejorar el confort, ahorrar energía y convertir tu hogar en un refugio cálido y acogedor. En esta guía te explico qué revisar, qué mejorar y cómo hacerlo de forma sencilla, sin obras y sin gastar de más.
Índice del artículo
“Vestir” la casa para invierno: textiles que marcan la diferencia
Los textiles son la forma más rápida (y barata) de elevar la sensación de calidez.
Qué añadir o cambiar
- Alfombras (mejor si tienen pelo medio o alto).
- Cortinas dobles o más gruesas, que actúan como una barrera natural contra el frío.
- Fundas del sofá de materiales cálidos como el terciopelo, pana o microfelpa.
- Plaids y mantas siempre a mano en salón y dormitorios.

Revisión de ventanas y persianas: el 30% del calor se escapa por ahí
Es uno de los puntos críticos del invierno: si la casa pierde calor a través de las ventanas, pagas de más y no estás cómodo.
Comprueba esto:
- Grietas en el marco.
- Persianas que no cierran bien.
- Fugas de aire al acercar la mano.
Soluciones rápidas
- Masilla acrílica para sellar pequeñas grietas.
- Burletes adhesivos (baratos y muy eficaces).
- Cortinas térmicas, si la ventana es antigua.
Solución definitiva
Si año tras año vuelves al mismo problema, unas ventanas nuevas con buen aislamiento térmico pueden reducir el consumo energético y mejorar el confort de forma permanente.

Radiadores a punto: evita el típico susto del primer día de calefacción
Si tienes radiadores tradicionales, antes de encenderlos debes:
Checklist rápida
- Purgarlos para eliminar el aire acumulado.
- Revisar si todos calientan de forma homogénea.
- Quitar cualquier objeto que esté encima (retrasan la difusión del calor).
- Comprobar que no hay manchas de humedad alrededor.
Recuerda: un radiador con aire puede consumir más y calentar menos.

Humidificadores y termostatos: dos aliados para el confort (y el ahorro)
El aire muy seco, típico de los meses fríos, puede causar molestias de garganta, congestión y sensación de frío.
Humidificador
- Ayuda a mantener una humedad saludable (40-60%).
- Reduce irritaciones y mejora la respiración.
- Ideal para casas con calefacción fuerte.
Termostato (mejor si es inteligente)
- Mantiene la temperatura de confort sin picos ni excesos.
- Evita encender y apagar manualmente.
- Puede programarse para calentar solo cuando lo necesitas.
Temperatura recomendada: entre 19 ºC y 21 ºC durante el día.
Revisión extra que pocos hacen (pero marca la diferencia)
Añade estos puntos si quieres una casa realmente lista para el frío:
- Comprueba las puertas exteriores. Un simple burlete en la parte inferior puede evitar que entre frío directo.
- Revisa la caldera. Una revisión anual evita averías en plena ola de frío.
Pequeños detalles que suman
- Cambiar bombillas frías por luz cálida.
- Añadir un felpudo grueso para evitar corrientes.
- Organizar el mobiliario para aprovechar mejor la distribución del calor.
Conclusión: este invierno, conviértete en el “jefe del confort” en tu casa
Preparar la casa para el invierno no requiere grandes obras ni inversiones. Con unas cuantas revisiones y pequeños cambios, tu hogar puede convertirse en un espacio mucho más cálido, eficiente y agradable durante los meses fríos.
Y lo mejor: ahorrarás energía mientras mejoras tu bienestar.
Como siempre, el invierno se disfruta más cuando la casa invita a quedarse.







