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Solo son necesarios unos pocos minutos, pero imprescindibles para mantener en tu casa un alto nivel de confort y, además, incluso regatear algún resfriado. Hablamos de la acción de ventilar tu hogar. Es clave hacerlo todo los días, fundamentalmente porque es la principal garantía de que el aire que respires no sea perjudicial para el organismo.
El primero de ellos ya lo hemos mencionado: es el gesto más fácil (y más valioso a la vez) para no respirar ese aire al que muchas veces habrás definido como «cargado». Al abrir las ventanas, se reduce la concentración de CO2 y ayudas a regular correctamente la humedad en el interior de las habitaciones. De hecho, uno de los efectos de no ventilar nunca es precisamente el aumento de gases tóxicos en el ambiente.
A todo ello se le añade un beneficio que puede costarte más creer, pero que se ha demostrado totalmente verídico: las corrientes de aire que se generan al ventilar también sirven para combatir la formación de polvo, ya que las partículas en el ambiente se van hacia el exterior.
Casi con toda probabilidad, tú abres las ventanas de casa por la mañana porque te enseñaron a hacerlo así. Detrás de una apariencia cotidiana se esconde un gesto del que incluso la comunidad médica ha destacado sus beneficios para las generaciones actuales. Y es que no podemos olvidar que, según datos de la OMS Europa, llegamos a pasar un 90% del tiempo en espacios cerrados.
¿Y qué puede suponer una falta de ventilación? Por ejemplo, se eleva el riesgo de padecer asma, aumentan las probabilidades de padecer una neumonía, y en el caso de pacientes con dolencias crónicas relacionadas con los pulmones pueden verse todavía más afectados.
Y no se trata de una cuestión banal: la Agencia de Protección Ambiental de EEUU ya señaló en su momento el aire del interior de una casa puede contener incluso 10 veces más sustancias tóxicas que en el exterior.
Algunas fuentes apuntan a que podría ser necesario hacerlo incluso unas 4 veces a lo largo del día y en periodos de unos 10-20 minutos para no tirar por la borda todos los esfuerzos que haces diariamente por mantener caliente o fría tu casa. Lo más importante es hacerlo todos los días, a pesar de que el invierno sea una estación que no se presta a ello.
Algunos tips importantes:
Ciertamente, ventilar la casa es una acción que debes incluir en tu rutina diaria para evitar todos los problemas derivados de respirar ese incómodo aire cargado. Y también es cierto que esos 15 minutos que mantienes las puertas y ventanas abiertas pueden enfriar tu casa o hacer que entre más calor. De ahí que las ventanas sean tan importantes también este aspecto. Un buen sistema de ventanas es fundamental para ayudar a mantener una temperatura de confort estable cuando están cerradas, impidiendo que entre el frío o el calor del exterior. Además, seguro que ya conoces las ventanas con oscilo, perfectas para ventilar cómodamente. Si necesitas que te contemos algo más sobre estos aspectos, no tengas dudas: ven a visitarnos a nuestra tienda en Zaragoza. Te ayudaremos a que ventilar tu casa correctamente cada día sea un juego de niños.